martes, 28 de octubre de 2008

Médanos, Camilo Baráibar. Trilce 2008, Uruguay

Es un libro diferente, o por lo menos distinto a mucho de lo que he leído. Me dio curiosidad verlo en la mesa de la "teacher", fue como un imán y lo tomé, empecé a leer y terminé pidiéndolo prestado. Un profesor de literatura, de mi edad, que escribió un libro sobre adolescentes y se lo mandó a Roy Berocay. ¡Qué lanzado! No sé si podría hacer una cosa así con lo que escribo, pero quizás, él es como el su personaje, y se tiene fe. Se lee de un tirón, porque es la única manera, porque te ves atrapado en un montón de situaciones simples, que seguramente ya le pasaron a uno, o a la gran mayoría. También está ese sentimiento extraño del adolescente, tan bien descrito por cierto... la ambivalencia de los días, cuando a veces te sentís invencible, o el bicho más insignificante. La influencia de los amigos, la lucha por el qué dirán o juagársela por mostrar la verdadera personalidad. Y una frase que me encantó: "Todo lo que me rodea me hacía moco, pero yo sabía hacerme bien", es encontrar, en cosas simples, la felicidad, descubrise a uno mismo disfrutando un libro o escribiendo una canción mientras los pájaros te dicen cosas, vivir es realmente saber cómo pasar los días.

lunes, 27 de octubre de 2008

El gigante

De las mil veces que debo haber entrado a este lugar, no imaginé que un día sería parte de mi vida cotidiana. En el Centro Comercial Geant, ahora, por ejemplo, hay una clase de gimnasia donde un profesor divertidísimo entreteiene y baja las calorías de jóvenes y no tan jóvenes. A las 9:52 de la mañana aún representa el lugar tranquilo en el que cualqiera desearía trabajar. Más al mediodía el bullicio y el ruido a gante le provocan a uno la huída. Nada comparado con el Geant de los sábados, que sólo se puede describir como padres y niños por doquier, ruido a juegos electrónicos, olor a pop, gente que pregunta dónde es el baño, la cédula, el cajero, el Abitab, la tintorería, la peluquería... Pero al lunes siguiente todo se compone, vuelve la calma a este enorme lugar, el gigante que llegó a aplastar a todos los pequeños de la zona y desparramar la fiebre de los televisores sigue siendo el mismo en teoría, en pura teoría.

martes, 21 de octubre de 2008

En busca de las maravillas


Es un cubículo, aunque lo denominen "stand". No es horrible, pero un cubículo al fin. Y lo siento cada vez más chico, y a veces, como en esas películas de aventuras donde las paredes se cierran a la misma vez, dejándolo a uno sin salida aparente. No puedo estirar las piernas, dentro de poco seré Alicia y mis extremidades saldrán por las puertas y ventanas. Recorro con mi imaginación los lugares en donde me gustaría estar, no es aquí. Esto de escribir me libera, me ayuda.