
Hoy me levanto y camino así hasta que se me antoje. ¡Qué nadie me diga que me tengo que vestir bien! Va, que me tengo que vestir. El saco verde, el pantalón deportivo añejo y por lo tanto el más amado, como aquellos championes que jamás volví a ver después que mamá ordenó aquella vez mi cuarto. Hoy no me calzo, capaz me peino, estoy en duda, el mate ya está. Estoy esperando a que salga el sol, y la hamaca, y el libro.
1 comentario:
Dícese de: lagartear todo el día
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